Hace mucho que no me siento a escribir. Ya no soy capaz. Últimamente soy una persona amargada, alguien a quien no merece la pena leer o escuchar, nada que ver con la chica de la eterna sonrisa que empezó hace unos años a carrera. ¿Qué ha sido de esa chica? Parece que la han hecho desaparecer a golpe de fracasos y decepciones. Ahora no soy más que una persona del montón, de esas que esperan pasar sin pena ni gloria por el mundo sin ninguna intención de dejar huella. Sé que sueno pesimista, no lo pretendo, solo intento analizar mi vida ahora mismo para aprender de mis errores, para saber en que me he equivocado y poder mejorar, y ser de nuevo esa persona feliz con ilusiones de hace tan solo un par de años.
Las conclusiones que saco son siempre las mismas: debo aprender a tomarme las cosas de otra manera. Anteponer unas cosas a otras y no tratar de abarcar tanto hasta llegar al punto de reventar. Debo aprender a delegar, a no sentir que fracaso si no llego a todo y lo consigo a la primera. Debo aprender a pensar en mi primero. Debo aprender a vivir.
Pero, ¿cómo se hace eso? No tengo ni la más remota idea.
Hasta ahora solo puedo buscar consuelo, y seguiré quejándome hasta que un día, como me suele pasar con todo, me levante y diga: "Ya no más. Ahora me toca a mi". Pero por ahora como ya he dicho solo me queda el consuelo, en este caso quiero compartir el consuelo que me ofrece la música, que me aísla y me transporta a otro universo, que me permite desaparecer y sentirme otra vez la chica de la eterna sonrisa.
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