La casa Benlliure se encuentra en la calle Blanquería 23, al lado del río.
El Museo acoge la colección de la familia Benlliure y recrea el ambiente de la casa donde vivió una de la saga de artistas más importantes de la Valencia de finales del siglo XIX.
El edificio principal fue objeto de una intervención integral que lo devolvió a su estado original, adaptándolo a las necesidades modernas como espacio expositivo de actividades culturales.
Este museo, mayoritariamente muestra los lugares que habitaron Benlliure y su familia. Nada más entrar encontramos en planta baja el dormitorio que por tener muebles antiguos parece pequeño pero en realidad es mucho más grande que cualquiera que podamos encontremos hoy en día.
Encontramos un perchero lleno de sombreros, un paraguero lleno de bastones, una pila típica de la época donde lavarse las manos, una cómoda para guardar la ropa... todo muebles típicos del siglo XIX.
Enfrente de la habitación principal encontramos el comedor. Ambos dos dan a los jardines de la casa.
Como podemos observar, lo que predominan son las vajillas de la época, los muebles donde se guardaban la cubertería y los manteles, las sillas antiguas, las paredes medio lisas y medio con azulejos... pero lo que menos encontramos son cuadros suyos.
Una vez pasamos una sala que podríamos considerar su despacho llegamos a un salón en el que ahora sí ya empezamos a encontrar una serie de cuadros dispuestos en las paredes de tal forma que dichas paredes quedan cubiertas de nuevo por los muebles de la época y ahora también por los cuadros.
De esta sala me llamó la atención este cuadro que veis ampliado en el que aparece Benlliure en plena acción, pintando.
En los pisos superiores, subiendo por las escaleras que encontramos al lado de la habitación principal, llegamos a las salas de exposición.
Encontramos los cuadros colgados de las paredes y de las columnas de las salas y también encontramos las miniaturas y bocetos en vitrinas de cristal.
Uno de los cuadros que más me llamó la atención fue este niño que lleva entre sus manos un cofre donde pone "limosna para las benditas almas del purgatorio". Es un cuadro con escala de grises, por así decirlo, en el que aparece un joven monaguillo representado de tal forma que transmite sinceridad y pureza.
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| Monaguillo |
Este fue otro de los cuadros que me llamó la atención por la vejez de las escaleras y los detalles. En el piso superior se ve un desván, un trastero, y al lado izquierdo de las escaleras observamos a un trabajador en su taller con la luz encendida.
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| Escalera del Convento de las cárceles. |
También encontramos bocetos rápidos, que en algunas ocasiones son tan solo sombras, de escenas de la vida cotidiana.
Una vez salimos de la casa y antes de llegar al estudio del pintor, atravesamos un jardín en el que encontramos un paellero típico valenciano, con todo tipo de detalles, desde los jarrones amarillos típicos también de los morteros, como las sartenes y paellas, los azulejos de la pared,... el paellero en sí.
Ya una vez dentro del estudio, al contrario que en la casa, encontramos en planta baja una serie de cuadros y de baratijas de diferentes artistas de la familia Benlliure. Una de las baratijas que mas me justó fue este cuenco por el simple hecho de que está con pintura como si hubiera dejado de trabajar hace tan solo unos días y aun tuviera que retomar algún pedido.
En esta pintura podemos apreciar al artista llevando a cabo uno de sus trabajos. En directo se pueden apreciar detalles como los colores de la paleta de pinturas que sostiene en la mano, los objetos que rodean la habitación, el contenido del cuadro dentro del cuadro, ... pero la iluminación es una de las pegas de esta exposición.
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| 1890 |
A continuación he hecho una selección de fotografías donde podemos observar el estudio de Benlliure, lleno de los útiles que necesitaba para la realización de sus obras, alguno de sus cuadros, mesas de trabajo, obsequios, etc.
Creo que es la parte del museo que más merece la pena visitar. A mi me fascinó sobre todo el reproductor de vinilos y que el apartado donde están todos los útiles del pintor parece que esté como esperando que vuelva de un momento a otro para continuar con sus trabajos.
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| pinturas |
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| pinceles y paleta |
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| carpeta de trabajos |
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| reproductor de vinilos |
¿El porqué de elegir estas imágenes como fotografía de interior? Creo que es evidente. Todo el mundo debería visitar alguna vez el Vaticano. Aunque sea famoso especialmente por la Capilla Sixtina y sus magníficos frescos, obra de Miguel Ángel, el resto de sus enormes estancias son también impreisonantes.
