El pasado fin de semana tocó un poco de arte. Para ello junto con mi amiga Maricruz.duvent, integrante del blog abandonad-toda-esperanza.blogspot.com, decidimos ir al IVAM para ver si nos gustaba alguna exposición para comentar en nuestros respectivos blogs. Para nuestra sorpresa, fueron muchas las que lo hicieron. Entramos a ver todas las exposiciones disponibles que había en este momento allí, a pesar de que solamente haga falta comentar tres, pues ya que nos habíamos desplazado hasta allí lo menos que podíamos hacer era aprovechar el viaje, ¿no?
La primera de las tres exposiciones que voy a mostraros es la de Jose Manuel Ciria llamada Conceptos Opuestos.
A caballo entre la figuración y la abstracción encontramos la obra de Jose Manuel Ciria, uno de los pintores españoles en activo más apreciados y consolidados internacionalmente. La obra de este artista se mueve en una estimulante tensión entre la libertad, la gestualidad, el informalismo y la planificación, la geometría y el constructivismo.
Los cambios que se han producido en su arte tanto en su estilo como en su temática han ido paralelos al desplazamiento geográfico del estudio y residencia del artista de Madrid a Nueva York en 2005. Su arte es intenso, impactante y está en constante evolución.
En cuanto a la exposición en sí, los cuadros en su mayoría venían expuestos sin marco y pegados a la pared, y eran de gran formato. En las diferentes salas se colocaba un muro en el medio que las dividías en cuatro partes de forma que se repartía mejor el espacio de observación para cada una de las obras. Además, esto hace que no sepas cuando llega el final de la exposición pues cuando vas a pasar a la siguiente sala lo que ves de frente es el muro que la divide y tienes que rodearlo para comprobar si siguen habiendo todavía más salas a continuación. Esto lo digo por experiencia propia, pues recuerdo perfectamente que le pregunté a Mari Cruz: ¿pero esto cuándo se acaba?, pues me resultaba inquietante no poder ver el final de la exposición. Parecía que aquello no tuviera fin.
Un rasgo que coincide en varias de sus obras es la utilización de determinados colores como son el rojo, el blanco, el negro y el gris. No se exactamente el motivo de este hecho pero he de decir que me encantó la manera en que los combinaba y creaba una obra que perfectamente tendría lugar en el salón de mi futura casa. En la segunda de las dos siguientes imágenes vemos en primer plano una de las obras de Ciria que más me gustó.
Por otro lado, otro rasgo a destacar de esta exposición es el color de la pared, que va variando en función de la obra que está expuesta en ella. Como ejemplo de ello tenemos las siguientes dos imágenes en las que cambia el color de la pared para diferenciarse del color de fondo de los cuadros, logrando de este modo también un mayor contraste entre ambos.
En la primera imagen vemos como el color elegido para la pared es el blanco, oponiéndose así al color negro del cuadro, y sin embargo en la segunda fotografía nos encontramos con el caso opuesto, en el que se pinta la pared de negro para hacer contraste con el blanco del fondo de los cuadros.
La primera de las tres exposiciones que voy a mostraros es la de Jose Manuel Ciria llamada Conceptos Opuestos.
Los cambios que se han producido en su arte tanto en su estilo como en su temática han ido paralelos al desplazamiento geográfico del estudio y residencia del artista de Madrid a Nueva York en 2005. Su arte es intenso, impactante y está en constante evolución.
En cuanto a la exposición en sí, los cuadros en su mayoría venían expuestos sin marco y pegados a la pared, y eran de gran formato. En las diferentes salas se colocaba un muro en el medio que las dividías en cuatro partes de forma que se repartía mejor el espacio de observación para cada una de las obras. Además, esto hace que no sepas cuando llega el final de la exposición pues cuando vas a pasar a la siguiente sala lo que ves de frente es el muro que la divide y tienes que rodearlo para comprobar si siguen habiendo todavía más salas a continuación. Esto lo digo por experiencia propia, pues recuerdo perfectamente que le pregunté a Mari Cruz: ¿pero esto cuándo se acaba?, pues me resultaba inquietante no poder ver el final de la exposición. Parecía que aquello no tuviera fin.
Un rasgo que coincide en varias de sus obras es la utilización de determinados colores como son el rojo, el blanco, el negro y el gris. No se exactamente el motivo de este hecho pero he de decir que me encantó la manera en que los combinaba y creaba una obra que perfectamente tendría lugar en el salón de mi futura casa. En la segunda de las dos siguientes imágenes vemos en primer plano una de las obras de Ciria que más me gustó.
Por otro lado, otro rasgo a destacar de esta exposición es el color de la pared, que va variando en función de la obra que está expuesta en ella. Como ejemplo de ello tenemos las siguientes dos imágenes en las que cambia el color de la pared para diferenciarse del color de fondo de los cuadros, logrando de este modo también un mayor contraste entre ambos.
En la primera imagen vemos como el color elegido para la pared es el blanco, oponiéndose así al color negro del cuadro, y sin embargo en la segunda fotografía nos encontramos con el caso opuesto, en el que se pinta la pared de negro para hacer contraste con el blanco del fondo de los cuadros.
A pesar de que, como he mencionado antes, la mayoría de los cuadros estaban expuestos sin marco, también vimos tres de ellos que si lo estaban. Ambos resultan muy parecidos en cuanto a los colores empleados y la geometría, sin embargo existen diferencias claras entre ellos. Además, el color gris de los marcos imagino que vendrá dado por el color del fondo del cuadro con el cual coincide.
Como vemos, Jose Manuel Ciria tiene pensado hasta el más mínimo detalle de colocación de sus cuadros.
Otro rasgo importante y comentado también es el gran tamaño de sus obras. La mayoría suelen rondar sobre los 200x200 cm cada uno, sin embargo también pude observar al final de la exposición una obra de tremendas dimensiones. Ocupaba prácticamente toda la pared y estaba hecha a partir de la unión de paneles de formato más pequeño pero que si no te acercabas mucho pasaban totalmente desapercibidos. En esta obra como podemos observar, Ciria retoma sus queridos colores rojo, blanco, gris y negro.
Para finalizar, una imagen de otras dos de sus obras que pertenecen a la Serie Cabezas de Rorscharch, elaboradas este año, y que están realizadas a partir de vinílico sobre soportes diversos. La cabeza ha cobrado importancia en el trabajo reciente del artista tanto como elemento geométrico como recuerdo de la figura humana. La cabeza proporciona a Ciria una forma constante con la que puede realizar infinitos experimentos con el color, la línea y el gesto pictórico. Al fin y al cabo, es en dicha variación en la que se fundamenta la obra de Ciria y la que lleva aún más lejos sus exploraciones artísticas. Destacar la emoción que transmiten, sobre todo la primera de las cabezas, la cual vemos con gesto de enfado y frustración, mientras que el gesto de la segunda es un tanto más desconcertante, pero parece ser que pretende reflejar una cierta preocupación o tristeza quizá.
En cuanto a mi opinión personal, señalar que me ha parecido una exposición muy interesante y en la que se pueden aprender muchas cosas en cuanto a la combinación y expresividad de los colores, de las distintas formas geométricas que pueden hacer que un cuadro cambie totalmente simplemente por añadir o quitar dos o tres elementos, de los recursos de colocación de los cuadros y su relación con el color de la pared... En resumen, ha sido una grata experiencia.
De nuevo, una entrada muy trabajada. Me ha gustado tu comentario sobre la percepción de la exposición. Esa sensación de que no se acababa nunca. Muy bien.
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