Aprovechando
este puente estuve en el museo IVAM de
Valencia, las exposiciones permanentes ya las conocía así que entré a una
exposición que llamó mucho mi atención, la exposición que lleva por título “Surreal
versus surrealismo en el arte contemporáneo”.
Se
trata de una exposición de diferentes autores y dirigida por Gianni Mercurio y
Demetrio Paparoni en la que tratan de poner de manifiesto una concepción
“surreal” del arte en contraposición a “Surrealismo”. En el folleto de la exposición dice
exactamente: “[…]mientras las concepciones surrealistas desarrolladas desde el
comienzo de los años veinte del siglo pasado están todavía presentes en las
obras de diversos artistas importantes de hoy, muchos otros han desarrollado
una concepción estética influenciada por los lenguajes de los instrumentos
telemáticos de masas.” Esto es, mientras los surrealistas basaban sus obras en
los sueños, a partir del psicoanálisis o la Interpretación de los sueños de
Freud, hacia los años 70 se produce un cambio en la percepción de la realidad
gracias a las transformaciones telemáticas y posteriormente a Internet, la
televisión o el photoshop. Es este cambio en la percepción de lo real lo que se
muestra en la exposición.
La
exposición esta dividida en cuatro secciones en las que las obras se ordenan
cronológicamente, desde los años ochenta hasta nuestros días. Las obras son muy
variadas y tratan temas muy distintos por lo que me resulta muy complicado
hacer una clasificación o comentario general de la exposición en su conjunto.
Por ello, lo que haré en su lugar es comentar brevemente los cuadros que más
han llamado mi atención en esta exposición.
En
la primera sala, a mano derecha nada más entrar y justo detrás de un enorme
reloj de arena, estaba la obra Stalin y
las musas de Komar y Melamid. Se trata de una pintura que destaca sobre las
demás por la forma en la que está pintada, sigue la estructura formal y
estilística del realismo soviético.
En
la pintura está representado el dictador con tres musas que se muestras sumisas
ante él. Las
musas destacan porque no encajan con el contexto de la obra y Stalin es sin
duda la figura a la que se ha querido atraer la atención mediante el uso de
colores blancos en su traje que se contraponen a los marrones oscuros de la
estancia.
Otra
de las obras que me gustaría destacar es Silhouette
Cowboy de Richard Prince.
La
elección de comentar esta obra se debe a su relación con la publicidad y los
medios de comunicación. Vemos representadas una serie de sombras de unos
vaqueros sobre un fondo azul donde también se distinguen siluetas y sombras de
ganado.
En
esta obra el autor mezcla cultura y publicidad utilizando una serie de modelos
sociales o estereotipos (según decía el texto explicativo que acompañaba a la
obra). Prince se dedicó a fotografiar detalles de la campaña de Malboro para
evidenciar que determinados aspectos están filtrados por las imágenes que nos
ofrecen los medios de comunicación.
En
la siguiente sala había una gran fotografía de un soldado de Irak que nos
muestra sus dos piernas artificiales ya que las suyas las perdió en la guerra.
La explicación de esta obra es simple Timothy Greenfield-Sanders quiere
hacernos ver los horrores de la guerra. La fotografía lleva por título el
nombre de su protagonista John Jones (que
no sabemos si será su nombre real o no).
En
la exposición encontramos también diversas esculturas. Una de ellas se
encontraba en la segunda sala y lleva por título Anger Bumps de Erwin Wurm.
Se
trata de una escultura de bronce niquelado en la que, de un cuerpo
aparentemente normal, pero sin cabeza, salen dos protuberancias (una por debajo
de la rodilla, la otra de la espalda). Estas protuberancias son una metáfora,
con ellas el escultor nos da a conocer su sentimiento de rabia.
Ya
en la tercera sala encontramos una fotografía de gran formato de Dionisio
González titulada Jornalista Roberto Marinho
II. Es una fotografía sobre metacrilato manipulada por ordenador. En la
fotografía vemos una serie de favelas, es decir, una arquitectura no
planificada, común en barrios marginales de Brasil, en la que González
introduce elementos contemporáneos que no tienen que ver con este tipo de
arquitectura pero que a primera vista no destacan. Para la modificación utiliza
programas como el 3D o el Construction.
Debo
aclarar que la imagen que he puesto no es la de la exposición, esta imagen es Jornalista Roberto Marinho I por lo que
el nivel de modificación de la misma es menor que la expuesta.
En
la última sala destaca sobre las demás una obra que, pese a estar rodeada por
otras más grandes o que emiten ruidos, llamó mi atención y no pude pasar por
alto.
La
obra es Cumulus de Ronald Ventura. Es una pintura en la que une una corpulenta
figura femenina con la de una isla que levita en el espacio. Esta isla está
formada por una serie de elementos macabros y religiosos que contrastan con el
cuerpo femenino. En la pintura se evidencia que mientras hay gente que vive por
debajo del umbral de la pobreza, otros viven en auténticos paraísos fuera del
alcance de muchos. Muestra una realidad dolorosa en las que las personas “deben
adaptarse para adecuarse adecuarse a la mirada explotadora del sistema”.
La
exposición me causó mucha impresión, las explicaciones de sus obras ayudaban
mucho a su comprensión. Es una exposición con obras que son visualmente muy
atractivas y que están muy bien dispuestas en las salas para destacar sobre las
paredes blancas. Desde mi punto de vista es una exposición muy recomendable a
la que os animo a ir y que además es gratuita la entrada los domingos.
oh no patri! esta exposición la había elegido yo también y la tenía preparada para subirla, jo... :(
ResponderEliminarUna entrada muy trabajada. Está muy bien, además, porque has destacado obras que no habían señalado otros compañeros tuyos. Impresionante la del soldado.
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